Sunday, September 23, 2007

De bosones, fermiones, supersimetrías, cuerdas, membranas y universos paralelos




Creo que deberé comenzar a escribir sobre economía, eventualmente, pero lo que ha consumido mi cabeza recientemente ha sido física de partículas. Y de Campos. Y relatividad. Antes, uno se ocupaba de lo uno o de lo otro. Del espaciotiempo y sus macropropiedades, o de particulas (mecánica cuántica) y su aleatoriedad. Ahora parece que ya no existiese la necesidad de hablar de lo uno o lo otro por separado. Pareciera que basta recurrir a teoría de cuerdas para hablar de absolutamente toda la física del universo, incluyendo la cosmología.

Desde luego, la manera más pertinente de organizar una diatriba sobre el universo y su futuro debería ser organizada de la manera tradicional: revisando un poco de la mecánica clásica de Newton, pasar por el descubrimiento de la Relatividad especial y general, proseguir con física de partículas para entender los antagonismos entre ambos paradigmas. Después de ello será relativamente fácil comprender como la búsqueda de una teoría que unifique la mecánica cuántica con la Relatividad constituye la tarea fundamental de la física teórica durante los últimos dos siglos, pues constituiría encontrar una teoría integral del universo.

Lo que quiero es repasar las respuestas más recientes propuestas como solución a este problema de la síntesis, y explorar sus implicaciones tentativas. El obtener una teoría completa del universo significaría el logro intelectual más profundo del ser humano, pues lograríamos comprender esencialmente las mecánicas gobernantes del universo, o la mente de Dios. Para motivar la exposición y no aburrir al lector comenzaré de adelante hacia atrás, con un párrafo que emocione al lector más pasivo. Después tendré tiempo para explicar el rol de los fermiones y las simetrías, un rol crucial pero quizá demasiado técnico y que tendería a desmotivar la discusión. Y es que, de acuerdo a la comprensión más moderna que tenemos de nuestro universo:

No somos más que un holograma. Como las personas que “viven” atrapadas en una fotografía, nuestra realidad material, la que captamos cotidianamente, no es sino una pequeña parcela de un universo infinitamente más grande que consta de 11 dimensiones, 9 dimensiones espaciales, una dimensión “energética”, y una dimensión temporal. Nuestro universo, nuestro holograma, consiste tan sólo de 3 dimensiones (arriba y abajo, izquierda y derecha, atrás y adelante) espaciales y una dimensión temporal (pasado-futuro). Es, por así decirlo, una membrana, una delgada rodaja de 4 dimensiones proveniente de un universo mucho mayor, de 11 dimensiones. Como el nuestro, existe un número infinito de otros universos coexistiendo precisamente ahora, precisamente junto a nosotros. En algunos de estos otros universos, que se encuentran justo aquí, en la misma sala de la casa en donde se encuentra el ordenador en el que está leyendo estas líneas, podría habitar gente inteligente. De hecho, podría habitar usted mismo. En uno de esos universos alternativos, usted podría ser presidente de México. En otro, Elvis Presley estaría vivo. En otro, Hitler habría ganado la segunda guerra mundial a los aliados. De hecho, cada posible curso de eventos, por más inverosímil que parezca, generaría un universo alternativo e históricamente diferente al nuestro. En algunos de estos otros universos las leyes de la física podrían no regir exactamente como rigen en nuestro universo. Seres inteligentes pero de composiciones químicas completamente distintas (lo que usted se imagine, por ejemplo, seres de cristal) podrían reemplazarnos. El único límite es la imaginación.







¿He dicho lo suficiente como para que ya me considere esquizofrénico? Ojalá, eso quería precisamente. Ahora podría dedicarme el resto del ensayo a discutir la racionalidad de todo lo que dije en el párrafo anterior. El análisis que sigue no es extremadamente entretenido, mucho menos fácil. Pero intentaremos recurrir más a imágenes mentales y parábolas que a las ecuaciones que, de hecho y antes de que me pregunte, yo jamás he manejado directamente porque no tengo un doctorado en física. Pero no se preocupe, no le estoy echando mentiras. Tengo un doctorado en economía y he manejado, aunque en otro contexto, las ecuaciones generadoras de toda la música del universo. Porque, para iniciar la discusión y motivar el análisis, así de complejo como le planteo este multiverso lleno de membranas, todo puede ser reducido a una melodía, a un número de infinitamente pequeñas cuerdecillas vibrando cada una a un ritmo diferente, y que en conjunto entonan la maravillosa sinfonía que es nuestro universo. Quizá sea sorprendente descubrir que toda esta magia musical que es el universo puede reducirse a una formulación cuyo corazón proviene de una vieja función matemática, conocida y manejada bastante bien por los economistas: la distribución Gamma.


3 comments:

Anonymous,  November 11, 2007 at 7:23 PM  

mmmm... que cosas....
el objetivo del ser humano, quiero creer que te refieres al ser humano en masa...
hey bien pacheca esa idea de los universos paralelos, espero que postees mas sobre eso, me dejo intrigada.
saluditos desde xalapa :)

Anonymous,  January 20, 2010 at 9:22 AM  

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Anonymous,  September 7, 2010 at 1:32 PM  

Muy bien explicado e interesante, adoro este tema de la Teoría del todo y, más concretamente hasta donde puede llegar la inmensidad o diminuto universo y lo que hay detrás de cada uno. ¡¿Hasta dónde debe llegar nuestra imaginación?! :)

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  © Carlos Raul Pitta Arcos Actualizado en Abril de 2009

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